Sunday, June 04, 2006

La educación: Un tema de integración social.

¿Cuál debe ser la posición del cristiano frente al movimiento estudiantil que ha surgido en torno al tema de la educación en Chile?... Porque alguna posición habrá de tener, ¿no?... Es cierto que “no somos del mundo”, sin embargo, eso no significa que no tengamos una cierta responsabilidad con los procesos que ocurren en el devenir de este mundo en el cuál vivimos. Tenemos por lo tanto, responsabilidades políticas (como cualquier ciudadano) y éticas (como cristiano) respecto al tema del movimiento estudiantil y al tema de la educación chilena.

Se dice que la educación en Chile es deficiente. ¿Será cierto?... Pareciera ser que si. Si hasta Brunner, uno de los ideólogos del actual modelo educacional parece estar de acuerdo al respecto.
Fotos como la siguiente, son un buen argumento para la misma tesis.

Además, los resultados del SIMCE (método de evaluación que también parece ser deficiente) muestran la deficiencia de la educación que se imparte en nuestro país.
Pero, ¿por qué llamamos deficiente al modelo educacional que hoy tenemos?... ¿Es deficiente respecto a qué, comparándolo frente a qué modelo?
Puede ser que se esté comparando nuestro modelo educacional con los existentes en países más desarrollados que el nuestro. Pero, ¿Qué características debe tener un modelo educacional para que sea exitoso?...
Como no soy pedagogo ni sociólogo, me acerco al tema con cautela. Características de un modelo educacional exitoso deben de haber varias, y dentro de ellas, creo, debe estar la idea de preparar o capacitar al educando para el vivir en sociedad. Cosa, que hoy por hoy, en nuestra sociedad capitalista, implica necesariamente el tener las capacidades instaladas para poder “competir” en el mercado, sin quedar excluido de tal competencia.
El problema es (y es por esto que se dice que la educación chilena es mala) que los “x” años de estudios que debe cursar el educando, no le otorgan efectivamente competencias que permitan su integración a la jungla que es el mercado. Hoy, muchas personas son excluidas y dejadas en la marginalidad de la pobreza porque la herramienta que existe para su integración, que se supone es la educación, es de mala y calidad, no sirve.
El tema de la educación entonces, no es un tema meramente técnico o restringido sólo a lo académico, sino que tiene connotaciones éticas e implicancias sociales enormes.
Entonces, pregunto de nuevo: ¿Cuál debe ser la posición del cristiano frente al movimiento estudiantil que ha surgido en torno al tema de la educación en Chile?
Primero que todo, debe ser una posición de atención y preocupación. Esto, porque ya dijimos que el cristiano es parte de la sociedad, y sobre todo, porque se le ha encomendado la labor de ser “sal y luz” en ella.
Segundo. Debe ser una posición ética y social.
Si la mala educación que hoy tenemos en Chile (y cuando hablo de una mala educación en Chile, no digo que toda la educación que se imparte en Chile es mala, puesto que hay una elite que tiene el privilegio de ser formada con excelencia) está produciendo que existan sectores de la sociedad que definitivamente tienen menos posibilidades de optar por trabajos dignos y tienen también, menos posibilidades de integrarse efectivamente a la vida en sociedad; entonces, no cabe más que apoyar al presente movimiento estudiantil que está en pro de un cambio, o de una reformulación del actual modelo educacional.
Tercero. Debe ser una posición (haciendo ahora, alusión a la “forma” en que se ha dado este movimiento) no-violenta. El cristianismo a través de la historia, ha tenido exponentes celebres en este tema. Hoy, nuestra responsabilidad como cristianos, es difundir la acción no-violenta como método efectivo que es. Al fin y al cabo, “la violencia trae más violencia”.

Humildemente,
y sin pretender tener la verdad al respecto,

Felipe Saravia.