Friday, July 14, 2006

MARIHUANIEMOS UN RATO

Cuando tenemos que reflexionar entorno a la vida cristiana, generalmente en los extremos no nos cuesta movernos. Sin embargo, a veces temas que parecen extremos como el aborto, el divorcio, Spencer Tunick o la legitimización de la marihuana, se convierten en situaciones medias por la adecuación social contemporanea.

Ya hubo opiniones dispares en el mundo cristiano acerca de la nueva ley de matrimonio civil, que como gran modificación llevaba consigo la posibilidad del divorcio. Fue interesante ver las reacciones que eso causó en el cristianismo evangélico. Algunos, llenos de temor ante la posibilidad de que las personas pudieran deshacer lo que Dios unió, se volvían locos y cerraban sus ojos ante la realidad de la vida en sociedad.

Cuando niño escuché muchas veces a gente de la iglesia decir que el cristiano tiene que ser radical. Pero ahora las voces dicen que se debe mantener equilibrio entre las posturas. Otros hablan de una relación mixta entre lo radical y conservador.

Pero, ¿qué es lo que se debe hacer?
Siempre he creído que los cristianos no deben tener una opinión como UNIDAD CRISTIANA, es decir, que como grupo social imperativamente debamos pensar igual todos los cristianos. Creo que eso es un mito, un oligofrénico mito. El que piense así está más cerca de querer que el cuerpo de Cristo se organice como un gobierno totalitario o en el peor de los casos como uno autoritario.

Entonces primeramente, al enfrentarse a una cuestión de conflicto moral, lamentablemente no es admisible aceptar que te pregunten: ¿qué opinan los cristianos acerca de esto o de aquello? La pregunta está mal formulada y carece de forma lógica generalizar una opinión. Una vez aclarado este punto podemos avanzar.

¿Un cristiano podría estar de acuerdo con legalizar el cosumo de drogas y el aborto?
Yo creo que sí.
¿Sería yo más o menos cristiano dependiendo de la postura que tenga frente a estos problemas?
Yo creo que no.

Este es un terreno duro y controversial, que ni siquiera como sociedad chilena hemos resuelto. ¿Pero qué diremos cuando sea el momento?
Sea cual fuere nuestra opinión, no debería basarse en algo impuesto sin proceso reflexivo de por medio, sin una compresión real, contextual y objetiva que involucre motivaciones individuales, pero que también mire al bienestar de la sociedad toda, alejándose de miedos tradicionales que lo único que hacen es dinamitar un camino más creativo para la solución de los problemas. Si logramos mantener a raya nuestros miedos podremos llegar a un nivel mayor de compresión del problema.



Mi postura frente a la legalización de la marihuana.

Desde el año 2002 a la fecha, el consumo de marihuana en Chile aumentó en un 3% en la población de jóvenes entre 15 y 18 años. Esto sucedió aunque las políticas antidrogas se habían incrementado considerablemente en dicho periodo.

La lógica nos dice que mientras más prohibiciones se hagan sobre algo, menos interes habrá en los individuos de querer realizar ese algo. Pero la realidad es muy distinta. Cosa similar se pensó hace unos 40 o 50 años con el aumento de las penas, que a pesar de ello no se logró disminuir las acciones delictivas.

Concretamente, hablando del tráfico de drogas que en los últimos años se ha transformado en lucha constante por todos los países del mundo, el daño social se siente más. Los nacotraficantes son pequeños dioses que controlan todo lo que hay alrededor de ellos.

Frente a esta realidad, ¿por qué el Estado no legaliza el consumo de marihuana? Con el consumo de esta droga se inícian la mayoría de los adictos, sin embargo, la marihuana producida por los nacotraficantes es más dañina por tener aditivos que la hacen más peligrosa y más adictible.

Si el Estado tuviera el monopolio de la producción de marihuana no sólo estaría al tanto del verdadero número de consumidores, sino que les entregaría una droga de mejor calidad y menos dañina para su salud, se golpearía fuertemente al narcotrafico porque ya no tendría control sobre el nexo que guiaba a los consumidores a las drogas más fuertes y más perjudiciales, cortándose la cadena del consumo.

También al legalizarse la competencia aumentaría, se alejaría de la clandestinidad la producción de ella, bajarían los precios y se desincentivaría la entrada al mercado, como también habría mayor control sobre la calidad de la marihuana.
El ejemplo de Holanda pareció osado, pero ante la mirada de los más incrédulos las tasas de consumidores han disminuido, el control sobre los adictos se ha hecho con mayor eficacia y, por ende, la rehabilitación menos traumática y estigmatizadora.





Cristián Quezada

Sunday, July 09, 2006

Se acabó el mundial, el mundo sigue dando vueltas

De una u otra manera, producto de la descoordinacion, la telepatía o simplemente (opcion mas plausible) la voluntad de Dios y las ganas de escribir, nos las hemos arreglado para postear entradas desde hace cuatro meses.

Es mi intencion (y espero que esto no sea personal) que esto siga vivo, que se empine como un "medio de comunicacion" el cual contribuya a la reflexion y glorifique a Dios a la vez. Una manera de extender y revitalizar este espacio es, a mi parecer, hacer extensiva la invitacion para contribuir en este proyecto a mas personas.

A todos los gbuistas y jovenes criticos, activos, teoricos, reflexivos, practicos, iluminados y no tanto: Comuniquense con nosotros!! Podemos construir una sociedad mejor, entender la contingencia y meternos en los temas pocos discutidos por nosotros los cristianos. Demos una vuelta de tuerca, repensemos, seamos parte de una juventud CRISTIANA (no solo con valores cristianos, sino consciente de lo que es ser hijos de Dios) que pueda hacerse escuchar. No mas generaciones dormidas.

Hay espacio para todos,asi que les pido encarecidamente comunicarse con nosotros (quienes me atreveria a llamar "el equipo") para poner sus pensamientos en la red.

Hagamos Pensamiento Cristiano.

Saludos

Tanya Bradanovich